lunes, 1 de noviembre de 2010

texto sobre los punx del japón

esto lo escribió el wey de este blog Tokyo Damage Report.
es creo gringo y vive en tokio, luego sube fotos y reseñas de tocadas ponx que hay allá, y de otras madres, ahí chequen el blog... este "artículo" me pareció interesante porque dice que a los punks de allá como que en realidad les vale verga todo (mas o menos)... ahi leanle.. y que ya todos estan rucos
http://www.hellodamage.com/top/2010/01/23/j-punk-vs-western-is-it-just-fashion-or-what/

en español:

>>
No soy muy fan del “punk político” o de los buenos viejos tiempos de la revista Maximum Rock n’ Roll, de por los días en que a los MDC (Millions of Dead Cops) se les “llamó la atención” en la portada de tal revista por (¡hay!) tomar un avión a un concierto en vez de irse en camión. “¡Vendidos!”, nunca fue lo mío ese rollo.


Pero creo que los punks occidentales dan por sentado que “pelear contra el puto sistema” es como la base del hardcore.

Sin embargo, creo que tal no es el caso con los punks de Japón. Creo que la mayoría de estos japoneses nunca tuvieron creencias fundamentales como el SxE, ser veganos, anti-guerra, anti-corporaciones, etc.


Lo primero que hay que entender sobre esa onda de “punk vs. Sociedad” en Japón, es 転向 (tenkou). Tenkou literalmente significa un giro radical de 180 grados, un cambio de algo en su opuesto, como una media vuelta. En la sociedad contemporánea significa que cuando cumples 22 o 23 ya debes dejar de ser una persona de alguna 'subcultura' y has de convertirte en una ama de casa o en un hombre dedicado al trabajo. Esto aplica tanto para la gente de “cuello azul” (un “obrero”, o cualquiera que labore en algo que requiere de trabajo físico), como para los de “cuello blanco” (los que trabajan en áreas de administración, educación, servicios, y demás cosas que no requieren grandes esfuerzos físicos). En otras palabras, la sociedad tolera a los jóvenes fachosos con la idea implícita de que dejarán sus loqueras cuando lleguen a los 23. Este sistema tenkou ha perdido algo de fuerza recientemente debido a que el sistema de empleos de por vida TAMBIÉN se ha estado debilitando en épocas recientes, pero aún así tenkou sigue siendo un hecho.

No puedo hablar de las escenas en Nagoya, Osaka, Sapporo, y demás, pero en Tokio, básicamente, la diferencia entre un verdadero punk y uno farsante se descubre cuando llegan a esa edad mencionada. Si siguen siendo unos “estrafalarios” después de los 23 años, y siguen diciendo algo así como “bueno, ni modo, seguiré trabajando en la construcción por el resto de mi vida”; ese sacrificio es igual a ser un verdadero ponk.

El sacrificar las propias expectativas de hacer una carrera, y el ser excluido de la mayoría de la sociedad, toma el lugar de ideologías y filosofías (como el straight edge, ser anti-globalización, anarquía, etc.) que son los cimientos del punk en Occidente. Esto lleva necesariamente al sistema kohai / senpai (algo así como discípulo y maestro): la única forma en la que puedes tener credibilidad es rechazar el tenkou, siendo echado de “la sociedad”, y eso lleva tiempo.

Este sistema de “tatuajes (fachas) en vez de ideas” es realmente eficaz para deshacerse de dos cosas molestas de la escena: pousers y vendidos (porque la sociedad no te va a dejar ser otra cosa que cavador de hoyos (¿) al cortar toda buena relación con ella al rechazar el tenkou).

Pero este modo de vivir no es algo que conlleve cosas como organizar tocadas con las mejores bandas, o molestar a la gente aguada, ni tampoco sirve para crear o difundir nuevos estilos de música, pero menos – y esto es lo más importante– esto sirve para atraer la energía, impertinencia, y locura anárquica de LOS JÓVENES. De verdad, traten de encontrar a jóvenes o adolescentes en los shows de por acá. Todo mundo tiene de 30 años para arriba. En tocadas PARA TODAS LAS EDADES.
Digo esto sin enojo alguno: la escena es totalmente irrevelante para cualquier cosa.

Acá los punks se aíslan en su pequeño ambiente y más que nada cortan su relación con la sociedad en vez de desafiarla. No existe la política en el sentido occidental de la palabra. Lo que hay más bien es como decir “Que se vaya a la mierda la sociedad, prefiero trabajar cavando con una pala para siempre que acatarme a sus reglas”. Esta especie de agresión pasiva es, ha de decirse, muy típica o tradicionalmente japonesa.
Así que por esto es que los discos que sacan son super caros y de edición limitada (porque SOLO ellos y sus cuates estan contemplados para tenerlos), que no permitan sacar fotos en las tocadas (SOLO sus cuates son los que han de tomarlas), y también por eso muchas veces excluyen a las bandas más nuevas en vez de apoyarlas, porque “No son auténticas”.

No estoy diciendo que esas creencias occidentales (en el sXe, ser vegano, anti-corporaciones, anti-rock-stars, estar en contra de la homofobia...) estén padres, o que sean interesantes. Sólo digo que en una escena donde las bandas más viejas tienen metas de cambiar la sociedad, éstas más rucas apoyaran a las bandas más jóvenes, y tratarán de incluir a nueva gente en 'la escena', aunque sea nada más para tratar de difundir las ideas. Eso nunca pasó aquí. ¡No hay estímulo! En tiempos pasados, si alguien de una banda de punk no se mezclaba con los fans le llamaban (correcta o incorrectamente) rock star. Pero la escena de Tokio es más parecida al rap que al punk: como Ice Cube dijo alguna vez, si no me conoces “deja de estar mamando y dile a tu perra que venga aquí” (“get off my dick and tell your bitch to come here”).
En el mejor de los casos, los conciertos son una muestra de fraternidad, o como de decirles a los cuates “los quiero, canijos; por ustedes mi decisión ha valido la pena”. Y en el peor, pues los que van son un montón de abuelos enojones que literalmente no pueden ir a otro lado los sábados, y que han de pasar una noche más aburridos y cruzados de brazos en esa larga reunión.

Así que, en pocas palabras, no piensen que hay una separación marcada entre el punk como “moda” y como algo en verdad “político”. Solo alguien occidental tomaría en cuenta esa división.


El decidir abandonar la escuela, vivir pobre, tener tatuajes, y ser “exiliado” de casi cualquier lado es una decisión real y tiene consecuencias. Pero –presten atención– el hacerse tatuajes y decir “¡chingue a su madre el tenkou!” es visto como algo profundamente personal, y así la idea de que la música cambias los puntos de vista de las personas es considerada totalmente irrelevante!

Nunca he visto a punks en marchas o eventos que impliquen “unión”. Las bandas no hacen sus introducciones de “esta canción es sobre...”, ni reparten volantes para manifestaciones, ni mientan a políticos. Pero aún así siguen demostrando su enojo! Aunque la batalla es más bien interna –la batalla para mantenerse fuertes, la batalla de uno mismo, por libertad! Nunca darse por vencido! (como si a un wey de 30 años, mampostero, lo visitaran personas tratando de convencerlo con ofertas de BMW o de trabajos legales cómodos, pero, en fin, como sea).
Por un lado, más o menos lo entiendo: sr. Fulano creció en una familia pobre y se crió en la calle, rolando con la banda y lo que sea; tiene sentido que haya buscado la música más pesada y enojada que hubiera, y que se ponga loco en las tocadas. Pero, por otro lado, si no hay ninguna creencia o meta revolucionaria detrás de la música, entonces cómo ese Fulano es en realidad diferente de su papá, que también creció en el 'barrio'? Y si, se podría decir, él es su padre, qué hace al tocar esa música loca del rock punk? Por qué no toca la música de su jefe? Por eso es que nunca me gustó el hardcor de Boston, pero esa es otra historia.

Creo que eso es: no me enoja no poder ser alguien importante en la escena, me enoja que nunca entenderé cómo alguien es diferente de su papá.
<<

o sea quien sabe como sea, no? pero pues es la opinion de este buey.
pongan comentarios o algo.........

No hay comentarios:

Publicar un comentario